viernes, 9 de diciembre de 2011

El reloj de cuco




   Érase una vez, un reloj de cuco que estaba en la conocida relojería de Mario. El reloj era grande, de color marrón, los números eran rojos y las agujas azules.

   Un día, Mario entró por la puerta dispuesto a quitar el reloj de cuco de la tienda y reemplazarlo por uno nuevo, ya que ese llevaba ya tres años enteros sin que nadie quisera comprarlo. Pero entonces, el reloj de cuco, al haber adivinado sus intenciones, dejó que el cuco saliera de su interior y por buena suerte, Mario se desmayó.

   Pero la alegría de el pobre reloj de cuco no duró mucho, porque unos días después, Mario volvió a intentar deshacerse de él. Entonces el reloj efectuó su truco otra vez, sin embargo, el hombre no se desmayó esta vez y entonces lo dejó posado al lado de un contenedor.

   Ya llevaba horas, días, semanas e incluso meses el pobre reloj puesto al lado del contenedor. Pero un día, un extraño hombre de unos sesenta años, con unos pelos de espanto, llamado Roberto, lo cogió y lo llevó a su casa.

  Nada más entrar por la puerta, Roberto se fue al baño con el reloj y lo frotó con una esponja hasta dejarlo reluciente. Pasada una media hora lo colocó en una pared y lo dejó allí.

   El reloj no estaba seguro de lo que pasaba. De repente, Roberto entró y dijo en voz alta: 

    -  Este será mi nuevo reloj.

   Pasados unos días, el reloj de cuco estaba cada vez más contento con Roberto hasta que empezó a adorarle. Al final vivió felizmente con Roberto sin ninguna preocupación.

4 comentarios:

  1. Me hagustado ¿como se llamaba el reloj?

    ResponderEliminar
  2. No tiene nombre pero, puedes llamarle Reloj de Cuco.

    ResponderEliminar
  3. Esta historia es real? porque esos relojes valen una pasta

    ResponderEliminar
  4. Erase un reloj de cuco en un pared de estuco. El reloj tenía un cuquíto muy elegante y bonito pero Polín le acechaba y la vida le amargaba. El cuco llegó a cansarse y pensó en serio en vengarse... y dió un picotazo "plim" al globito de Polín. Al verse Polín sin globo, llora llora como un bobo. Y el cuco una vez vengado cantaba mu apañado "cu cu" "cu cu"

    ResponderEliminar