Ayer fui a la casa de mi tía Butarra. Mi tía es bastante especial porque es...¡una vaca!.
Teniendo el cerebro de una vaca ya sabréis los problemas que puede dar.
Bueno, el caso es que tenía las lechugas en el horno y a su marido Don Caballo en la nevera. ¡Pobrecillo!
Al final tuve que dormir en el corral.
Que gracioso.
ResponderEliminarjajajajajajajaja como mola dani
ResponderEliminarjavier (el de el cole)